“Dios habla, habla y habla… con su Palabra nos ama y muestra su presencia. Pero nosotros, ¿nos atreveremos a escuchar?”

VIERNES 27 DE OCTUBRE DEL 2017

EVANGELIO
[Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente?]
Del santo Evangelio según San Lucas 12, 54-59

En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: “Cuando ustedes ven que una nube se va levantando por el poniente, enseguida dicen que va a llover, y en efecto, llueve. Cuando el viento sopla del sur, dicen que hará calor, y así sucede. ¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente? ¿Por qué, pues, no juzgan por ustedes mismos lo que les conviene hacer ahora? Cuando vayas con tu adversario a presentarte ante la autoridad, haz todo lo posible por llegar a un acuerdo con él en el camino, para que no te lleve ante el juez, el juez te entregue a la policía, y la policía te meta en la cárcel. Yo te aseguro que no saldrás de ahí hasta que pagues el último centavo”.
Palabra del Señor.

REFLEXION
Hoy escuchamos en el Evangelio a Jesús gritar: “¡Hipócritas! Si saben interpretar el aspecto que tienen el cielo y la tierra, ¿por qué no interpretan entonces los signos del tiempo presente?”

Los cristianos no creemos en un Dios “abstracto” fruto de la razón del hombre. Creemos más bien en un Dios que nos busca, nos habla constantemente y nos ama con misericordia.

Tampoco creemos en un Dios “inmóvil”. Creemos más bien en un Dios cuya eternidad no elimina su “creatividad” y por lo tanto, busca siempre caminos nuevos para mostrarnos su Amor.

Por eso, estamos seguros que Dios sigue hablándonos y demostrándonos su amor cada día a través de nuevos signos. Pero… ¿Estaremos dispuestos a escuchar y reconocer estas nuevas formas?

Hace dos mil años fue tan audaz ¡que decidió encarnarse! Se hizo hombre, pero sus contemporáneos prefirieron creer en la Ley de Moisés antes que en Jesús. ¿No nos estará pasando lo mismo a nosotros?

Preferimos escuchar a Dios en la Biblia, pero no en el prójimo; elevamos nuestros ojos a Dios en la Eucaristía, pero le volteamos la cara cuando lo encontramos en la calle; bendecimos a Dios cuando todo va bien, pero lo condenamos cuando enfrentamos la prueba.

¿Estaremos dispuestos a escuchar a Dios donde Él quiera manifestarse?

Vivamos este día con un corazón abierto, dispuesto a encontrar a Dios en la vida ordinaria; caminemos con fe y gratitud, reconociendo su Presencia y su Amor en dónde Él desee manifestarlo.

Dios los colme de su presencia y su paz,
Buen fin de semana,

Pbro. Héctor M. Pérez V.